0 %

Desde 1992, disfrutando del
oficio de la narración oral

Pongo mi empeño en estar en el camino y, ni por despiste, echarme al surco o a la cuneta

En Sanabria fui a nacer...

y no en la Sierra de la Culebra como estaba decidido. Y, por adelantarme un mes, pasmada se quedó mi madre, primeriza ella.

—¿¿Está completa??

—¡¡Completita!!

En mis años jóvenes, el teatro fue mi mundo. Más tarde, los avatares de la vida me llevaron a otros lares…

Con poco más de 20 años, salí por primera vez de Zamora hacia Barcelona. Corría el año 1976.

Zamorana es mi raíz, catalán mi tronco, y las ramas, hojas y frutos, de Santa María de todo el Mundo.

Pongo todo mi empeño en estar en el camino y, ni por despiste, echarme al surco o a la cuneta.

En Colombia, allá por el 1997, en mi primer viaje allende los mares, aprendí a valorar la inmensa riqueza tradicional de mi tierra. Y, en el resto de los caminos, a escuchar a los que ven más de una, que una misma.

Descubrí que era buena para cantar y, si eran romances, aún mejor (hace años que ya no tengo abuela). Que mucho podía aprender enseñando a los pequeños a volver a jugar y cantar como hacíamos antes. Que, con sólo rascar un poco, se pueden lograr maravillas con los adolescentes. Y hasta qué punto, los adultos mayores, son depositarios de tanta sabiduría.

Sobre mi trayectoria...

+ 0
ESCENARIOS
+ 0
PAÍSES
+ 0
FESTIVALES Y EVENTOS
Descubre algunos detalles cronológicos...
logo-victoria-gullón-f-wh

Foto: José Javier Martínez Palacín

Sobre mi trabajo...

Muchos de mis romances e historias son herencia de mi abuela María, pastora en la Sierra de la Culebra, a la que escuché tantas veces durante mi infancia, al amor de la lumbre en el invierno y, en el verano, al serano.

La columna vertebral de mí trabajo son los cuentos y cantares de tradición oral del que tantos autores han bebido: Gustavo A. Bécquer, Federico G. Lorca, Isabel Escudero, Antonio Machado, Gloria Fuertes, Juan Ramón Jiménez, Agustín García Calvo, León Felipe, Miguel de Cervantes, etc.

Todos estos textos los adapto, amaso y horneo hasta acabar por hacerlos propios. Por ello, mi manera de presentar los romances es una mezcla de narración, recitado y canto, que se van alternando, dependiendo de la naturaleza de la historia, del público al que se dirige y del ambiente que se crea durante la sesión.

En resumen, canto, cuento, recito y juego, invitando a todos a buscar en su memoria cosas que parecen olvidadas, pero que saco a la palestra como si estuviesen recién horneadas.

Formo parte de...