El romancero y la tradición oral,
la columna vertebral de mi trabajo
Canto, cuento, recito y juego invitando a buscar en la memoria
De pura cepa
Tradicionalmente, en nuestros pueblos, los hombres y mujeres se reunían para desarrollar diferentes trabajos. Para que la tarea fuera más llevadera acompañaban sus quehaceres con canciones, romances, historias y leyendas.
Actualmente, con la mecanización de las faenas del campo y la desaparición de los trabajos artesanales, se están perdiendo estas tradiciones y con ellas gran parte de nuestra tradición oral.
Cantaremos romances, recordaremos canciones que acompañaban nuestros juegos y fiestas, participaremos en las historias y anécdotas, algunas transmitidas por personas que han influido en mi trayectoria.
Entre andares, suspiros y cantares
Vivitos y coleando, sentiréis que están los romances e historias de siglos pasados… porque en esencia el ser humano, afortunadamente, no ha cambiado.
A nuestras anchas
Esponjarse, sumergirse, florecer aún en contra de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.
Sentirse dondio, blando, tierno, como los copos de lana.
“Entre esas cuatro paredes conmigo te gozarías”.
“Comer, holgar… ¡qué vida encantadora, sin ser de nadie y sin pensar en nada!”.
Contar, cantar para disfrutar y gozar estando a nuestras anchas.
Algunas características de mis propuestas...
Repertorio
Los cuentos y romances serán escogidos para cada ocasión, manteniendo siempre el hilo conductor de cada propuesta.
Duración
Entre 50 - 60 min., dependiendo del tipo de público y su participación durante el espectáculo.
Participación
En todas las propuestas invito al público a cantar, recitar, repetir... haciendo que el espectáculo resulte colectivo.
Espacio
Debe tener buena iluminación y favorecer la escucha, teniendo total adaptación para crear un "escenario".
De los andares nacen los cantares
El Romancero nos acompañó y nos sigue acompañando. Las historias son similares en el siglo VIII y en el actual. En esencia, el ser humano no ha cambiado a lo largo de los siglos. “El que canta, su mal espanta”, dice el refranero. ¿Cantáis? ¿O ya ni en la ducha? Pues no olvidéis que, así como “De los andares nacen los cantares”, “De los cantares nacen los andares”.
Cantaremos romances, participaremos en las historias y anécdotas, descubriendo que, tan unido va lo tradicional y lo actual.
Contar y cantar, todo es empezar
Cuentos, acertijos, retahílas, refranes… nuestra memoria ancestral… las canciones y romances que acompañaban y acompañan los juegos de comba, corro, rayuela, balón prisionero, el escondite inglés…
¡A cantar y divertirse!